Las sensaciones antes de un partido pueden ser muy distintas. Por un lado está el ansia de jugar. Siempre estoy con ganas de empezar, aunque queden muchas horas antes del partido. Y, si no conozco el equipo contra el que juego, me imagino cómo puede ser el partido, cómo se va a plantear. Si lo conozco, sin embargo, me acuerdo de partidos anteriores. Si les hemos ganado, siempre hay una sensación de seguridad por un precedente victorioso. Si hemos perdido, entonces surge una especie de sentimiento de venganza para "recuperar el honor perdido". También depende de quiénes vayamos a ir al partido, se hacen especulaciones de los minutos que voy a jugar, del modo en que se va a plantear el partido...
Para mañana, que jugamos contra Zurulzulzul, estoy más bien expectante. No sé. Les hemos ganado dos veces ya, pero hace mucho tiempo, en alguna de las primeras temporadas de Universitario. Además, estoy medio malo y no sé cómo llegaré físicamente.
Mañana veremos que nos han deparado los dioses.
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